Aprender es un estilo de vida

Muchos creemos que aprender es trasladar lo que se ve en la escuela a la casa. ¿Cuántos de nosotros sabemos que en promedio, para un niño de entre los 4 y 6 años de edad, su tiempo de estudio debe de ser 30 a 40 minutos diarios? Aprender es abarcar algo nuevo todos los días, no necesariamente la tabla periódica; claro, como en todo, cada niño es diferente y requiere de un aprendizaje especial para cada uno, así como hay niños amantes de las matemáticas, hay otros que su forma de aprender puede que sea más lúdica y menos científica. 

Les contaba en uno de los artículos anteriores, que los niños son como esponjas y a veces por las necesidades de cada familia, la sociedad en que vivimos y el mundo actual, no podemos dar tiempo de calidad para cada niño, aunque se tenga solo uno, y olvidamos que los niños aprenden de todo. 

Cuando hablo de que aprender es un estilo de vida, no es necesariamente, tener en perfecto orden un área con todas las hojas de actividades para cada grado escolar, o que lleven un cuaderno perfecto por cada materia.

Aprender significa largas conversaciones sobre nuestras emociones, aprender de Pokémon, o de Minecraft, es buscar intereses que lleven a amar cualquier forma de aprendizaje.

Aprender es saber barrer perfectamente, porque ayuda con la motora, es lavar platos y ayudar a exprimir naranjas porque nada mejor que eso para la motora fina. 

Es salir al patio y ver el cielo y aprender del ciclo del agua y la lluvia.

Es hablar sobre las estrellas y su formación, eso son un par de ejemplos, pero lo que si debemos entender es que aprender es un estilo de vivir, de amar abrir Google para buscar lo que sea, y por dicha ahora hay Google, porque ¿se imaginan esta pandemia sin internet?.

No nos quedemos con la idea de que estudiar es solo en la escuela, porque estudiar lo puede hacer cualquier persona, pero aprender requiere amor, y queremos niños funcionales para que de adultos sean felices en lo que hacen.

Anterior
Anterior

Métodos de Homeschooling

Siguiente
Siguiente

Educar en medio de la pandemia